Durante las últimas décadas se ha presentado un creciente interés en el proceso de envejecimiento de los varones, y con ello se han desarrollado diferentes estudios en torno a sus características y consecuencias; en gran medida esto tiene que ver con que ha habido un aumento en la expectativa de vida de la población masculina y a que cada vez son más los hombres que, gracias con la ruptura de muchos tabúes que giraban en torno a la preocupación por la imagen y salud masculina, solicitan servicios especializados para su cuidado y mejorar su calidad de vida. En este sentido, los especialistas en andrología han ampliado su conocimiento en torno a las transformaciones que experimenta el cuerpo del varón con el envejecimiento, y uno de los factores relacionados con este es la disminución de los niveles de testosterona, de lo que hablaremos en esta publicación en nuestro blog.

Antes de entrar de lleno a hablar del déficit de testosterona, a la manera en que se identifica y diagnostica y a las opciones de tratamiento que ofrecen los especialistas en andrología conviene que mencionemos el término de andropausia, bastante utilizado hoy en día. Andropausia es un término empleado comúnmente como el análogo de la menopausia que experimentan las mujeres, pero vivido por los varones, aunque estrictamente no debería utilizarse como un equivalente, ya que los cambios por los que atraviesan los varones con el envejecimiento no son equiparables con lo que sufre una mujer a partir de cierta edad, como cambios hormonales constantes y pérdida de la capacidad fértil. En realidad, la andropausia definida por los especialista es el declive que los varones experimentan de manera gradual con el envejecimiento de sus funciones fisiológicas, englobando las físicas y cognitivas, por lo que lo emplean para referirse a cambios como disminución en la capacidad de memoria y concentración, la redistribución de grasa corporal, la disminución de la masa ósea, debilidad muscular, disminución del apetito y la potencia sexual.

Son numerosos los factores que se han identificado como detonadores de esta serie de cambios, pero el déficit de andrógenos es considerado como uno de los que tiene mayor influencia sobre el proceso de envejecimiento masculino. Dentro del grupo de hormonas clasificadas como andrógenos, la más importante es la testosterona, razón por la que el llamado síndrome de ADAM, por las siglas en inglés de Androgen Deficency Aging Male (deficiencia androgénica del varón mayor) sea conocido comúnmente como déficit de testosterona. Para entender los cambios que se presentan en el cuerpo a raíz de una disminución en los niveles de los andrógenos, conviene saber cuál es el papel que desempeñan estas hormonas.

Hablando del caso específico de la testosterona, como ya mencionamos se trata de una hormona que pertenece al grupo de andrógenos, y tiene muchas funciones, resultando de suma importancia para la salud del cerebro, huesos y músculos, aunque usualmente es conocida sólo por su relación con el deseo sexual y la capacidad de erección. Por esto, cuando se presenta una disminución en los niveles de producción de testosterona, se da una serie de alteraciones tanto en el apetito sexual como en la calidad de la erección, en el rendimiento intelectual, en la fuerza muscular, así como un aumento de los depósitos de grasa, mayores probabilidades de sufrir fracturas en los huesos, además de alteraciones en el estado de ánimo acompañadas de trastornos de sueño, depresión, entre otros. Con la disminución de producción de testosterona, también se alteran otro tipo de hormonas, como la FSH o folículo estimulante, la hormona LH o luteinizante, la melatonina, la tiroxina, entre otras, que generan otros tipos de alteraciones en el cuerpo.

El diagnóstico de la andropausia no resulta muy sencillo, puesto que no se da de la misma manera en todos los hombres y los síntomas que la acompañan no suelen ser tan perceptibles. Sin embargo, si se identifica una disminución de la calidad de erecciones y del deseo sexual, cambios de carácter, fatiga, cambios en el estado de ánimo, tendencia a estados depresivos, disminución de la memoria y de la actividad intelectual, así como alteraciones de la orientación espacial, es posible que exista un déficit de testosterona.

Otros signos que ayudan a diagnosticar el déficit de andrógenos son la disminución de fuerza y resistencia física, acompañada por pérdida de masa muscular. De igual manera síntomas que ayudan a diagnosticar la andropausia son las alteraciones en la piel, la pérdida de vello corporal, aumento de la grasa corporal y redistribución de la misma, así como una disminución de la densidad ósea y mayor propensión a fracturas y al desarrollo de osteoporosis. Para facilitar el diagnóstico del déficit lo ideal es consultar a un especialista en andrología quien se encargue de realizar una serie de cuestionarios y pruebas analíticas para comprobar si en efecto, se presenta una disminución de los niveles de testosterona y otras hormonas en la sangre del paciente.

Una vez que se ha confirmado el diagnóstico se puede comenzar con un tratamiento. El tratamiento se indica únicamente cuando la deficiencia de hormonas andrógenas es notable desde el punto de vista analítico, y si se presentan cambios clínicos evidentes que afecten la calidad de vida del paciente. En este punto es importante mencionar que existen algunas contraindicaciones para el tratamiento, pues este se basa en el suministro de hormonas y por ejemplo, en el caso de existencia de cáncer de próstata podría implicar complicaciones. A grandes rasgos, el objetivo del tratamiento es restaurar el nivel de testosterona en el varón para que sus funciones normales sean restablecidas, y con ello garantizarle una buena calidad de vida sexual y la prevención de enfermedades y trastornos que afecten otros aspectos de su vida.

El tratamiento siempre debe ser indicado por un especialista y realizarse bajo su supervisión para verificar los efectos que tiene sobre las funciones del organismo, por lo que se solicitan reevaluaciones periódicas para mayor control de la salud. El suministro de testosterona se puede hacer vía oral o intramuscular, y existen otras opciones como uso de parches y geles, pero como ya mencionamos, en todo caso es el especialista quien indicará cuál es la mejor opción para cada paciente.

Esperamos que esta información les sea de utilidad. Si desean conocer más acerca de la andropausia y el déficit de los niveles de testosterona, los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, en el Centro de salud Integral del Hombre y la Mujer (CSIHM) especialista en andrología con gusto los atenderá.

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