Para quienes anhelan convertirse en padres, pero tienen problemas reproductivos, la inseminación in vitro es la técnica más efectiva para lograr un embarazo. ¿No nos creen? Entonces deben saber que las estadísticas no mienten y los datos registrados desde 1978, cuando nació la primera “bebé probeta”, revelan que alrededor de ocho millones de niños han venido al mundo mediante esta técnica, brindando esperanza a incontables familias.
Cuatro décadas han pasado desde el nacimiento de Louise Brown, la primera bebé fecundada en una cápsula de Petri y, desde entonces, la fertilización in vitro ha sido la clave para ayudar a millones de parejas a lograr el sueño de ser padres. Las técnicas y los conocimientos sobre este procedimiento de vanguardia han contribuido a hacer de este método de reproducción asistida el más confiable que ofrece la medicina.
En función de ello, se deduce que el futuro de las soluciones de fertilidad es muy prometedor. La cifra fue calculada a partir de registros entre 1991 y 2014, demostrando, a su vez, un aumento importante en el acumulativo de FIV, dentro de la gama de tratamientos de fertilidad. Tan solicitado es este procedimiento que, de hecho, se estima que medio millón de bebés nacen anualmente como consecuencia de la fertilización in vitro y de la inyección intracitoplásmática de espermatozoides (ICSI), en más de dos millones de ciclos de tratamientos de reproducción asistida.
Para nuestra clínica de fertilidad, la prioridad es el bienestar de nuestros pacientes y su satisfacción, es por ello que hemos logrado estabilizar las tasas de éxito, mejorando continuamente nuestra calidad de servicio, innovando en equipos y asimilando los nuevos descubrimientos en materia de reproducción que se difunden dentro de la comunidad médica global, porque queremos que logren ese ansiado embarazo.
Finalmente, cabe destacar que, a la par de la popularidad que ha ganado la fecundación in vitro, también está muy en boga la congelación de embriones, sobre todo ahora que se ha puesto de moda el aplazamiento de la maternidad. Bajo el lema childfree, muchas parejas están eligiendo no tener hijos o dejando la decisión de conformar una familia para después de los 35 o 40 años de edad.
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