Uno de los temas más discutidos en torno a la serie de cambios que experimentan los hombres con el envejecimiento es la llamada andropausia, también conocida como menopausia masculina o climaterio masculino, en especial porque muchos se cuestionan si es una realidad o simplemente se trata de un mito. Los especialistas en andrología, encargados del estudio de los órganos reproductivos del varón, incluyendo alteraciones en su aparato genital, aparato urinario y su vida sexual, identifican que sí se presentan una cambios hormonales como parte natural del envejecimiento, aunque sus signos y síntomas son distintos a los de las mujeres. Esto quiere decir que si bien podrían utilizarse otros términos más adecuados para referirse a lo que ocurre durante esta etapa, como síndrome de déficit de testosterona, hipogonadismo masculino de comienzo tardío o déficit androgénico del hombre maduro, es una realidad, y conviene que se acuda con un especialista cuando se ha detectado para que indique un tratamiento adecuado.

El cambio hormonal que caracteriza la que en adelante llamaremos andropausia, es la disminución en los niveles de testosterona producidos por el cuerpo. La razón por la que ha causado tanta controversia emplear el término de andropausia para referirse a estos cambios es que se presenta de manera muy diferente en hombres y en mujeres. Mientras que en las mujeres la menopausia representa el descenso rápido de producción de hormonas y la llegada a su fin del proceso de ovulación, en los hombres la producción de hormonas como la testosterona no ocurre en un periodo corto que resulte perceptible, sino que puede darse a lo largo de varios años y sus repercusiones no siempre son evidentes. Es por esta razón que los especialistas prefieren otros términos, como los ya mencionados, para referirse a esta serie de cambios que experimentan los hombres como producto natural del envejecimiento.

Una de las principales razones por las que los descensos en la producción de hormonas masculinas no resultan tan evidente es porque los niveles de testosterona siempre varían de un hombre a otro, y están determinados por varios factores. Sin embargo, en términos generales, los hombres más jóvenes suelen presentar un nivel de producción de testosterona más elevado que los hombres mayores, quienes comienzan a presentar una disminución en esta hormona a lo largo de su vida adulta, estimándose que se reduce alrededor del uno por ciento anualmente a partir de la tercera década de la vida. Es por este descenso gradual que el hombre puede adaptarse a los cambios, y que en la mayoría de los casos las consecuencias de estos cambios hormonales no resultan evidentes, pero en otros hombres la baja en la producción de testosterona puede acompañarse de síntomas que afecten su calidad de vida, por lo que requieren de un tratamiento especializado.

Para el diagnóstico de los niveles bajos de testosterona, es necesario acudir con un especialista en andrología que indique análisis de sangre para comprobar las hormonas. Como ya mencionamos, en muchas ocasiones un nivel bajo de testosterona no desencadena síntomas ni signos, por lo que no se precisa de un tratamiento. Sin embargo, cuando el descenso hormonal está acompañado por signos y síntomas, como cambios en las funciones sexuales, en los patrones de sueño, cambios emocionales y físicos, el especialista podría recomendar un tratamiento especial para compensar esta alteración en la producción hormonal y evitar que su calidad de vida se vea disminuida.

En lo referente a los cambios en las funciones sexuales, se puede presentar disfunción eréctil, disminución del apetito sexual, reducción del número de erecciones espontáneas, infertilidad y reducción en el tamaño de los testículos. En cambios físicos se identifica aumento de grasa corporal, disminución de masa muscular y fuerza, pérdida de densidad ósea, pérdida de vello corporal, inflamación y sensibilidad en las mamas y disminución de energía. En los cambios en patrones de sueño puede presentarse insomnio o somnolencia, mientras que en el aspecto emocional los síntomas que acompañan la andropausia pueden incluir pérdida de motivación, tristeza, depresión, problemas de concentración y de memoria.

En caso de que ustedes identifiquen estos síntomas, conviene que consulten a un especialista para que realice los exámenes y pruebas pertinentes para determinar las causas. Cabe mencionar que hay algunas afecciones que pueden afectar la producción de testosterona, así como hábitos de consumo de ciertas sustancias, por lo que la opinión de un especialista es fundamental para tratar el problema y que la testosterona regrese a sus niveles normales. Ahora bien, si el descenso de testosterona se debe al proceso natural del envejecimiento, pueden recomendarse tratamientos hormonales, los que implican ciertos riesgos, por lo que antes de tomar la decisión de iniciar una terapia con testosterona es fundamental informarse bien acerca de los efectos secundarios.

Sabemos que es bastante común que las personas tengan resistencia a consultar a un especialista, sin embargo es importante que si se han identificado problemas asociados con una disminución de testosterona se acuda con el médico, ya que esto se puede asociar con diferentes padecimientos que requieran un tratamiento para reducir riesgos de complicaciones. La mejor recomendación para el momento de una consulta médica es ser completamente honesto al proporcionar información sobre el padecimiento, de esta manera será más sencillo identificar y tratar el problema, así como encontrar la vía que pueda ofrecer los mejores resultados y evitar complicaciones como las que ya mencionamos.

Si bien no es posible que la producción natural de testosterona se acelere, sí existen algunas medidas naturales que pueden contribuir a que los efectos de su descenso sean más llevaderos, como llevar una dieta saludable y hacer actividad física con regularidad, lo que ayudará a mantener la energía y fuerza del cuerpo, mejorar el estado de ánimo y combatir los problemas de sueño asociados. El factor emotivo es un tema importante, y los cambios de humor pueden incluso llegar a interferir en las actividades cotidianas o las relaciones interpersonales, por lo que puede ser recomendable buscar ayuda de un especialista para el manejo de las emociones y reducir los riesgos de depresión y trastornos de sueño.

Esperamos que esta información les sea de utilidad. Les recordamos que si buscan un especialista en andrología para el diagnóstico y tratamiento de esta y otras condiciones relacionadas con la salud de los órganos reproductivos masculinos, en el Centro de salud Integral del Hombre y la Mujer (CSIHM) ofrecemos una atención de primera categoría y para agendar una cita tan sólo es necesario que se pongan en contacto con nosotros, con gusto los atenderemos.

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