Se calcula que alrededor del mundo el 15% de las parejas tienen problemas de concebir, esto se debe a diversos factores y tanto el hombre como la mujer pueden ser el origen de la infertilidad. Si ustedes forman parte de ese grupo, es momento de que busquen asistencia en clínicas de fertilidad en el Estado de México.
Es importante que conozcan sobre el problema para estar preparados en caso de que requieran de un tratamiento de reproducción asistida. A continuación, les comentaremos algunos datos importantes sobre este problema y cómo puede tratarse por un especialista.
Los problemas de fertilidad son más comunes en parejas mayores a 35 años
Después de los 35 años, las mujeres comienzan a pasar por una etapa donde su salud reproductiva se ve disminuida. Debido a que cada vez más parejas retrasan la paternidad, ya sea por razones financieras, sociales o de relación, la probabilidad de concebir se reduce a un 30%. Si bien la edad no afecta a los hombres, también puede ser un factor para poder procrear que debe ser analizado en una consulta de fertilidad. La edad más fértil de las parejas es entre 19 y 26 años.
El tratamiento recomendado en estos casos es la preservación de la fertilidad, donde se extraen tanto los óvulos como los espermatozoides durante la etapa más fértil y se conservan hasta el momento en que la pareja decide que es momento. La investigación ha demostrado que la edad de una mujer en el punto de descongelación tiene poco o ningún efecto sobre las posibilidades de éxito, mientras que la edad en el momento de la congelación es muy importante. Los óvulos congelados antes de los 35 años permiten una tasa de éxito más alta que la tasa de concepción natural a medida que una mujer envejece.
8 a 10% de las parejas son infértiles
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente que entre el 8 al 10% de las parejas experimentan algún tipo de problema de infertilidad, la mayoría puede ser tratada con efectividad. A escala mundial, esto significa que 50 a 80 millones de personas sufren de infertilidad por diversos factores; sin embargo, la incidencia de infertilidad puede variar de una región a otra.
En caso de que no puedan concebir después de un año de tener relaciones sexuales sin protección, es momento de que acudan a una clínicas de fertilidad en el Estado de México para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
Infertilidad masculina y femenina, ¿cuál es más común?
La incidencia de infertilidad en hombres y mujeres es muy similar. La infertilidad es exclusivamente un problema femenino en el 30 a 40% de los casos y exclusivamente un problema masculino en el 10 a 30% de los casos. Los problemas comunes a ambas parejas se diagnostican en el 15 a 30% de las parejas infértiles.
El bloqueo tubario y/o los factores peritoneales representan aproximadamente el 35% de todos los problemas de infertilidad femenina, le siguen la ovulación irregular o anormal que representa un 25%, la endometriosis se encuentra en el 35% de las mujeres y el 20% de las parejas son diagnosticadas con infertilidad inexplicada porque no se identifica una causa específica.
Factores que influyen en el éxito de un tratamiento
El éxito de cualquier tratamiento para la infertilidad dependerá de decenas de factores, no todos tienen éxito durante el primer ciclo, mientras que otras parejas únicamente necesitan probar un tratamiento antes de embarazarse. Es probable que la edad de la mujer y la duración de la infertilidad de la pareja influyan en el éxito del tratamiento. En las mujeres, la fecundidad disminuye a medida que aumenta la edad, particularmente después de los 40 años, por lo que no se recomiendan los tratamientos después de esa edad. Cuando la mujer es tratada, sus posibilidades de concebir pueden disminuir si su pareja también tiene problemas de infertilidad, por ejemplo, esperma de baja calidad.
La fertilización in vitro y la inseminación artificial son las técnicas que mayor tasa de éxito tienen en las clínicas de fertilidad en el Estado de México, en promedio un 25%. Aunque eso ha mejorado significativamente en los últimos diez años. Las tasas de natalidad para estos tratamientos varían según la experiencia de los centros que practican esta técnica.
Conexión entre fertilidad, peso y ejercicio.
Los factores de estilo de vida pueden afectar la probabilidad de un embarazo. Tener sobrepeso o bajo peso, hábitos poco saludables, hacer poco ejercicio, entre otros factores pueden reducir la probabilidad de embarazarse.
Perder peso rápidamente o tener bajo peso puede llevar a una reducción en una señal hormonal (importante que son clave para el crecimiento de los óvulos y los espermatozoides) que el cerebro envía a los ovarios en las mujeres y a los testículos en los hombres. En casos leves de pérdida de peso, los ovarios aún pueden producir y liberar óvulos, pero el revestimiento del útero puede no estar listo para aceptar un óvulo fertilizado debido a la producción insuficiente de hormonas ováricas.
En los hombres, perder peso rápidamente o tener bajo peso puede conducir a una disminución en la función o el conteo de espermatozoides. Cuando se diagnostica la pérdida de peso como la causa de infertilidad, el tratamiento a menudo implica dejar de perder peso e incluso aumentar, de ser necesario.
En el caso del sobrepeso u obesidad tiene un efecto en los mensajes hormonales para los ovarios y los testículos. Para las mujeres, el aumento de peso puede elevar los niveles de insulina, lo que puede provocar que los ovarios produzcan hormonas masculinas en exceso, lo que lleva a una reducción en la liberación de óvulos. Una dieta saludable y ejercicio regular son esenciales para mantener una buena salud y controlar el peso.
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